jueves, 17 de septiembre de 2009

ROQUE DEL CONDE O FORTALEZA DE AHIYO

ROQUE DEL CONDE
(FORTALEZA DE AHIYO)
 
FICHA DE LA RUTA  
 
TÉRMINO MUNICIPAL: Arona y Adeje.  
COMO LLEGAR: Por la carretera TF-511, después de pasar por el puente en la Plaza del Cristo de la Salud hay señalización que lleva directamente al punto de partida en la Calle Vento.
COMIENZO: Número 78 de la Calle Vento.  
FINAL: En el mismo lugar.  
DIFICULTAD: Media. 
DURACIÓN: 4 horas. 
LONGITUD: 5,2 Km.  
PROVISIÓN DE AGUA: No.  
LUGARES DE INTERÉS: Barranco del Rey; Casas agrícolas con las eras; Cumbre del Roque del Conde. 
VENTAJAS: Sendero circular y mínimamente señalizado.  
INCONVENIENTES: El camino de bajada desde la cima es muy expuesto en algunos tramos.
 
  
Mapa se situación y recorrido.
 
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
 
El acceso al casco urbano de Arona está en el cruce de la autopista TF-1 con la zona turística de Los Cristianos, para ello tendremos que desviarnos por la carretera TF-511 que pasa por la Urbanización Chayofa y dirigirnos al Barrio de La Camella, una vez allí y antes de entrar en el mismo hay una rotonda que indica la dirección que tenemos que seguir para dirigirnos al centro urbano. Después de pasar por debajo de un pequeño puente Y rebasar la Plaza del Cristo de la Salud, encontraremos una desviación a la izquierda con una señal indicadora donde está escrito “Roque del Conde”, solamente tendremos que seguirla y nos llevará directamente al número 78 de la Calle Vento, en el barrio del mismo nombre, desde donde parte la ruta propuesta como así lo indica una señal de comienzo del sendero.
 
Comienzo del camino en la trasera de la C/ Vento.
 
Justo enfrente de una antigua casa levantada en 1852, como así lo indica un pequeño cartel sobre su puerta de entrada, desciende una senda delimitada por un muro de piedra de reciente construcción, que pasa junto a unos terrenos de cultivo hacia el Barranco de las Casas, para luego ir ascendiendo por la vertiente contraria, donde podremos observar los restos del antiguo empedrado del camino y que discurre entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii), Cardones (Euphorbia canariensis) y Cardoncillos (Ceropegia fusca). Seguidamente cruzando una loma traspasaremos el Barranco del Ancón y nos encontramos con el camino forestal que baja desde Ancón, el cual usaremos para la vuelta. Hay en este cruce de caminos un poste junto a una antigua atarjea con varias señales indicadoras de diversos caminos que pasan por aquí. Seguiremos de frente hasta encontrarnos con la vista impresionante del Barranco del Rey, límite natural de los municipios de Arona y Adeje, por lo tanto al cruzarlo estaremos en éste último. Por sus vertientes discurre un vertiginoso sendero que lo cruza y que mantiene en casi su totalidad el pavimento de piedra antiguo, la vegetación consta de un precioso Cardonal - Tabaibal (Euphorbia lamarckii y Euphorbia canariensis) junto a numerosos ejemplares de Vinagreras (Rumex lunaria) y Matorrisco Tinerfeño (Lavandula canariensis). Al salir del barranco el camino discurre junto a unas antiguas huertas de cultivo abandonadas y unos metros después al lado de una casa ruinosa y dos eras, testigos mudos de lo que fue una próspera zona en cultivo y producción de cereales. 
 
 
Camino Real cruzando el Barranco del rey.
 
A partir de este punto el sendero asciende en fuerte pendiente y formando grandes zigzag por un firme empedrado bordeado por un muro de piedra seca y donde crecen por los alrededores numerosos ejemplares de Matorrisco (Lavandula canariensis), Tuneras Salvajes (Opuntia dillenii) y el omnipresente Cardonal - Tabaibal (Euphorbia lamarckii y Euphorbia canariensis). El paisaje del Valle de San Lorenzo a nuestras espaldas y coronado por el Roque de Imoque es espectacular; en la costa se alza la Montaña de Guaza y mas al sur la vista impresionante del Monumento Natural de la Caldera del Rey, un enorme cráter volcánico de poca profundidad cuyo interior se ha aprovechado para cultivar plataneras y tomateros, siendo perfectamente compatible su protección con estos aprovechamientos agrícolas. Según cuenta la leyenda, este lugar fue donde el Mencey Guanche Ichasagua se quitó la vida antes de rendirse ante una asamblea entre los Guanches de paces, que eran afines a los conquistadores y los propios colonialistas.

 
Casa aislada y era antes de la gran subida. 
 
 
Sendero entre Tabaibas y vista del Roque Imoque.
 
Después de unos quinientos metros de subida llegaremos a la degollada que separa la base del Roque del Conde y el Roque de la Centinela a 775 metros de altitud y a partir de aquí el sendero se estrecha y deja de estar empedrado para dar a paso a un camino entre Bejeques (Aeonium arboreum), Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Taginastes (Echium virescens) junto a otras especies minoritarias y que discurre por la cabecera del Barranco de la Montañeta el cual fluye por el Valle de Jengua situados ambos en la cara sur del roque y que poco a poco va cogiendo altura para después de unos 800 metros llegar a la cumbre. 
 
 
Caldera del Rey (i) y vistas hacia Montaña de Guaza (d). 
 
Casa de campo en ruinas junto a dos eras.
 
La primera vista que tendremos de la cima es una explanada cubierta de bancales que un día fueron cultivables ya que también hay restos de lo que fue una era de trilla de cereal. Abriéndonos paso entre ellos encontraremos otra pequeña cúspide poblada de numerosos Cardones (Euphorbia canariensis) y antes de culminar el recorrido, hay un paso a la derecha que va hacia un balcón natural donde hay una inscripción homenajeando al antes citado y uno de los últimos Menceyes Guanches, Ichasagua, que nunca se rindió a la sangrienta invasión de Alonso Fernández de Lugo, el cual encontró en este lugar su morada y refugio, llamado en épocas Guanches Roque de Ahiyo o Fortaleza de Ahiyo. Seguiremos el senderillo entre Cardones que se dirige a la parte culminante del roque y allí encontraremos un poste de cemento rodeado de Tuneras Salvajes (Opuntia dillenii); desde aquí las vistas son espectaculares, al sur y en primer término la Caldera del rey resguardando la zona turística por excelencia de Tenerife que son Las Américas y Los Cristianos; mas al suroeste la Montaña de Guaza y la zona agrícola de Las Galletas cubierta de invernaderos; y al noreste el Roque Imoque (1107 m.) con el paisaje de fondo de la cordillera dorsal de Las Cañadas del Teide con los Roques de Ucanca (2107 m.) y el inconfundible Sombrero de Chasna (2405 m.). 
 
 
En la cima del Roque del Conde.
 
 
El camino de descenso mas sencillo es desandar lo recorrido, pero existe un mal sendero sin señalizar el cual conlleva cierto peligro ya que carece de señalización y en algunos tramos es bastante expuesto, pero con un mínimo de precaución puede realizarse sin consecuencias. Parte justo donde está la era, y suele tener un mojón de piedras que indica el paso; discurre primero por superficie terrosa entre algunos Cardones (Euphorbia canariensis) y Tuneras Salvajes (Opuntia dillenii) las cuales suelen invadir el propio espacio de las Tabaibas (Euphorbia lamarckii) entremezclándose con ellas, luego pasa por terreno rocoso y aunque el firme sea mas compacto hay que tomar las precauciones necesarias porque es bastante expuesto.
 
 
Camino a su paso por la Degollada de los Frailitos. 
 
Superado este tramo se suaviza el desnivel y el sendero pasa a ser menos arriesgado, incluso nos podemos guiar por algunas marcas de color verde pintadas en algunas rocas hasta llegar a la Degollada de los Frailitos, que separa el Barranco de Fañabé con el Barranco del Rey. En el paso del camino hay una era que en tiempos pasados fue utilizada para la trilla del cereal cultivado en los bancales que se ven abandonados por los alrededores. El sendero sigue su curso hacia la Montaña de Suárez (834 m.) y antes de llegar a su base hay una bifurcación hacia la derecha que debemos tomar y que fluye por una superficie de tosca entre Jaras (Cistus monspeliensis), Matorrisco (Lavandula canariensis) y Tabaibas (Euphorbia lamarckii). 
 
 
Era y antiguos cultivos en la cara norte del roque.
 
 
Ya en el borde del Barranco del Rey desciende suavemente la senda paralela a éste pasando por una casa ruinosa donde hay otra era y justo por debajo de la casa se desvía el camino hacia el barranco cruzándolo por un sendero casi oculto por la numerosa vegetación compuesta de Vinagreras (Rumex lunaria), Pencones (Opuntia maxima) y un característico Cardonal – Tabaibal (Euphorbia lamarckii y Euphorbia canariensis). Al salir del barranco por la vertiente contraria, nos encontraremos un ancho camino bien marcado que viene desde otra casa de campo ruinosa y va descendiendo poco a poco entre mas Pencones (Opuntia maxima), Jaras (Cistus monspeliensis) y Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y llega después de unos minutos al cruce de caminos del inicio donde está el poste con la señalización de senderos junto a una antigua atarjea de agua; solo nos queda seguir a la izquierda por el marcado sendero cruzando los dos barrancos del principio y hemos llegado al punto de partida.
 
 
Tramo final de la ruta.
 
 
© Texto y fotografías de Francisco Fariña
francisco_farina@yahoo.es

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