martes, 28 de abril de 2009

FASNIA - GÜIMAR (Por el Camino Real del Sur)

FASNIA – GÜIMAR 
(POR EL CAMINO REAL DEL SUR)
 
FICHA DE LA RUTA
   
TÉRMINO MUNICIPAL: Fasnia y Güimar.  
COMO LLEGAR: Al punto de partida en el centro urbano de Fasnia se llega por la Carretera TF-620 desde la autopista TF-1.  
COMIENZO: Plaza de la Constitución en Fasnia. 
FINAL : Plaza de San Pedro en Güimar. DIFICULTAD: Media - Baja.  
DURACIÓN: 6 - 7 horas.  
LONGITUD: 14,5 Km.  
PROVISIÓN DE AGUA: En alguna acequia de las zonas de cultivo se puede encontrar agua no potable para refrescarse y en la carretera general del sur a la altura de Pájara hay un bar de carretera.  
LUGARES DE INTERÉS: Casco urbano de Fasnia, Monumento Natural de Barranco de Herques, Ruinas de la Ermita de San José, Montaña de Béñamo, Paisaje agrícola y rural de El Escobonal, Acueducto de Lomo de Mena, Iglesia de La Medida, Empedrado en el sendero cruzando la Ladera de Güimar, Panorámica del Valle de Güimar, Iglesia de San Pedro y casco histórico de Güimar.  
VENTAJAS: Óptima señalización en el término municipal de Güimar. 
INCONVENIENTES: Mucho recorrido por pistas agrícolas y asfaltadas que se han construido sobre el antiguo Camino Real.  
TIPO DE RUTA: Senderismo.
 
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA  
 
El punto de partida de esta histórica ruta lo tomaremos en la Iglesia Parroquial de San Joaquín, situada en el centro urbano de Fasnia en la Plaza de la Constitución. Junto a la plaza desciende la carretera TF-620 que es la vía de acceso al municipio desde la autopista del sur TF-1. Caminaremos por ella unos 300 metros hasta encontrarnos un desvío a la izquierda, el cual tomaremos y a los 50 metros encontramos otra vez a la izquierda un antiguo camino que se dirige en descenso y por medio de tierras de cultivo, donde hay una antigua canalización sobre varias pilastras de piedra de tosca y por restos de empedrado, hacia Lomo Tabares, donde se emplaza el actual campo de fútbol. Seguiremos junto a esta instalación por vía asfaltada y en ascenso, desviándonos luego hacia la derecha por una pista agrícola de tierra, cruzaremos el Barranco del Volcán, desde donde tenemos una bella panorámica del Caserío del Camino Real en primer plano, con casas hechas al mas puro estilo tradicional canario y al fondo la silueta del Volcán de Fasnia, montaña de culto religioso de los Guanches, cuya cima alberga la Ermita de la Virgen de los Dolores. 
 
 
Restos del antiguo empedrado saliendo del término municipal de Fasnia.
 
Barranco de Herques, frontera natural
entre Fasnia y Güimar.
 
Seguimos la pista unos 500 metros entre bancales de cultivo donde hay alguna casa de campo, que discurre por Morra de Tónate, hasta llegar de nuevo a otra vía de asfalto, por la cual caminaremos unos 150 metros, dejándola detrás junto a una charca de agua, en el Lomo de la Ovejera. A partir de aquí entraremos en un tramo del antiguo Camino Real que se dirige hacia el Barranco de Herques; el firme es bastante irregular sobre una superficie de tosca y bordeado por un murete de piedra del mismo material, crecen en toda su extensión Balos (Plocama pendula) y Tabaibas (Euphorbia antropurpurea), llegando incluso a cubrir el camino en algunos puntos. Poco a poco nos vamos acercando al borde del Barranco de Herques y observamos como el sendero desciende por la vertiente sur en zigzagueante descenso entre Jaras (Cistus monspeliensis), Bejeques (Aeonium ciliatum) y Balos (Plocama pendula). Frente a nosotros se nos presenta la vista impresionante del camino de subida por la vertiente norte. Seguimos bajando por firme compuesto de restos de lo que fue un precioso empedrado hasta llegar a la cuenca propiamente dicha del barranco, justo donde hay un saltadero impracticable cauce abajo. La vegetación consta en el fondo del barranco de un precioso Cardonal – Tabaibal (Euphorbia canariensis-Euphorbia antropurpurea) acompañado de Vinagreras (Rumex lunaria) y Balos (Plocama pendula), ecosistema característico de los barrancos del sur de la isla. Ahora comienza el ascenso por el marcado camino y con él cambiaremos de jurisdicción, ya que el barranco es la delimitación natural entre los municipios de Fasnia y Güimar, por lo tanto hemos salido del primero y nos estaremos incorporando al de Güimar. Lo primero que nos encontramos al llegar a la cima de la vertiente del barranco es una señal indicadora de Paisaje Protegido; el Barranco de Herques está catalogado como Monumento Natural, es un paisaje protegido de unas 152 hectáreas y es una de las cuencas mas largas y profundas de la isla, naciendo en las proximidades de Izaña y desembocando en la costa, en la Playa de Topuerque. Tiene unas características geológicas exclusivas que le hacen albergar un ecosistema florístico casi único, gracias a sus abruptas y altas paredes. También tiene su importancia etnográfica, ya que se han encontrado multitud de cuevas y yacimientos Guanches, una de las mas importantes es la que se relata en la descripción del historiador y escritor canario José de Viera y Clavijo en 1770, que dice haber descubierto uno de los enterramientos aborígenes mas importantes de la historia de Canarias; la Cueva de las Mil Momias, cuyo relato es apasionante y que según cuenta dice algo así como: (“... La cueva, aunque de una entrada sumamente difícil, es en lo interior alta, capaz y acompañada de algunos nichos abiertos en la peña. Está en un cerro muy escarpado del barranco de Herques, entre Arico y Güímar, en el país de Abona, y tan llena de momias, que no se contaron menos de mil ...”). 

Señalización a la salida del Barranco de Herques.
 
 
Lo que queda de la antigua ermita de San José.
 
Después de encontrarnos la señal indicadora del barranco, nos encontraremos otra, que pertenece al magnífico trabajo de señalización por parte del Ayuntamiento de Güimar de este Camino Real a su paso por el municipio, encontrándonos en adelante y en varios puntos de interés, indicaciones que hacen del recorrido un auténtico acopio de información. Seguimos el camino por una pista agrícola de tierra con altibajos de poca importancia, pasando junto a multitud de bancales de cultivo, donde la piedra de tosca blanca es la protagonista visual del entorno. Pasaremos junto a la base de Montaña Béñamo, un cono volcánico a 390 metros de altitud, que albergó un tagoror Guanche en su cumbre, lugar de reunión de los aborígenes para tratar asuntos importantes de sus comunidades. 
 
 
Paisaje agrícola de medianías.
 
El camino sigue, esta vez asfaltado y en línea recta, por la Hoya del Tagoro, resguardado entre las paredes lineales de piedra de las huertas plantadas en su mayoría de árboles frutales y parras; a los bordes del camino crecen Vinagreras (Rumex lunaria), Incienso (Artemisia canariensis) y Tabaibas (Euphorbia antropurpurea). Sobre un pequeño cerro rodeado de bancales se alza la silueta de las ruinas de la antigua Ermita de San José, edificada en el año 1745 y derruida por un temporal en 1927; sólo se conservan algunos restos de los muros laterales donde se ha colocado una cruz y un altar de madera sobre un piso del mismo material y rodeado todo el espacio con un muro de piedra de cantera para conservar el lugar. Frente a la entrada de este espacio histórico sigue el camino y continúa asfaltado entre huertas de cultivo hasta cruzarse con la carretera TF-617 que viene desde El Tablado, en la costa; cruzaremos ésta y seguimos de frente hasta encontrarnos con una nueva pista de tierra, donde hay un pozo de extracción de agua, que salva el Barranco de Achacay. En la otra vertiente sigue el recorrido paralelo y ascendente por el borde del barranco y en un momento dado hay una señalización que nos indica hacia la derecha el camino correcto; siguiendo éste y unos 250 metros después, cruzaremos el Barranco de la Rosa; a partir de aquí el recorrido discurre por el paraje de El Escobonal, que va paralelo a la carretera general del sur por un paisaje agrícola de medianías, alternando unas veces pistas rurales y asfaltadas otras. Todo este tramo se hace un poco confuso, ya que hay muchos núcleos dispersos de población, por lo cual debemos tener muy en cuenta las indicaciones que en algunos cruces hay colocada, como ejemplo están señalados lugares como El Salto, el Camino Montaña de Abajo y un camposanto en el Lomo de las Gallineras.
 
 
Acueducto de Lomo de Mena.
 
Mas adelante encontraremos uno de los pocos tramos que conserva el empedrado original del camino, atravesando el Barranco Balandra, el cual nos llevará, mediante una pista agrícola asfaltada, al Lomo del Bueno y más adelante, por el camino Caseta de Abajo, transitaremos por el núcleo de Lomo de Mena donde pasaremos junto al Acueducto de Lomo de Mena, obra hidráulica del siglo XX que se construyó con el fin de transportar el agua desde el Valle de Güimar hasta Fasnia, pasando por El Escobonal. Seguidamente el camino serpentea paralelo a la carretera general del sur por el Camino de la Montaña pasando por numerosos terrenos agrícolas con núcleos dispersos de población, cruzaremos el Barranco de los Martínez que nos llevará al Camino de la Rabona y mediante una pronunciada cuesta arriba, desembocaremos en una calle que asciende directamente hasta la Iglesia de La Medida que está bajo la advocación de San Antonio de Padua, la cual alberga en su interior un curioso retablo contemporáneo. Podemos hacerle una visita, ya que dista del punto en el que nos encontramos unos 150 metros y descansar en la pintoresca Plaza de San Antonio, luego tenemos que regresar al Camino de la Rabona para seguir con el recorrido correcto. 
 
 
El camino a su paso por Montaña Béñamo.
 
 
Detalle del camino y señalización permanente a lo largo del mismo.
 
Después de esta pequeña parada desandaremos nuestros pasos hasta retomar el camino anterior y seguir por una pista asfaltada, hasta encontrarnos con una imprecisa desviación hacia la derecha que es un pequeño tramo original que desciende en forma de sendero y que cien metros mas adelante se vuelve a convertir en otra vía asfaltada que discurre paralela a la Carretera General del Sur y que converge aproximadamente en el Km. 31 de dicha vía. A partir de aquí y en dirección norte, caminaremos 1 kilómetro con suma precaución por la citada carretera por el lugar conocido como Pájara, hasta encontrarnos con una desviación señalizada y a la izquierda que asciende por la vertiente norte del Barranco de Afoche; es un marcado y empedrado sendero que remonta entre Tabaibas (Euphorbia antropurpurea), Bejeques (Aeonium ciliatum), Mato Risco (Lavandula canariensis) y alguna Pitera (Agave americana) y desemboca en el Camino de Anocheza que asciende asfaltado hasta la Montaña de Izaña. Cruzando este camino nos adentramos unos 500 metros por el Lomo de Alta Vista recorriendo una pista de tierra que poco a poco se irá transformando en un estrecho sendero rodeado de huertas de cultivo abandonadas y cubiertas de Vinagreras (Rumex lunaria), Piteras (Agave americana), Incienso (Artemisia canariensis) y mucha vegetación invasora. 
 
 
Ascenso hacia la Ladera de Güimar.
 
En un determinado momento nos toparemos con una señal indicadora del comienzo del Parque Natural de Corona Forestal; está situada junto al sendero y en el borde de la Ladera de Güimar que cae vertiginosamente hacia el fondo del Valle de Güimar y que cierra éste por la parte sur. La vista es una de las mejores panorámicas que se tiene del valle, ya que abarca la totalidad de éste, distinguiéndose la amplia llanura cubierta de cultivos que abarca hasta el cauce del Barranco de Badajoz y hacia la costa, terminando a la altura de la autopista TF-1. Es de destacar el espectáculo grotesco de los grandes socavones formados por la extracción de áridos; éstos han sido consecuencia de una mala gestión del terreno por parte de las autoridades y de un abuso por parte de las empresas implicadas en los trabajos y que han dejado a los agricultores y propietarios de las fincas como las auténticas víctimas de éste daño ecológico, considerado por la mayoría de la población como el mayor desastre ecológico de Canarias. Por fin, y gracias a las gestiones del actual gobierno local, se ha acabado con la extracción, pero ahora falta un plan de recuperación del terreno que seguro llevará mucho tiempo en regenerar. 
 
Descenso desde la Ladera de Güimar y tramo final
hacia el Centro Urbano de Güimar.
 
El sendero desciende integrado en la ladera y discurre vertiginosamente dibujando dos grandes tramos en zigzag, conserva el antiguo empedrado en magníficas condiciones y está bordeado mayoritariamente por Tabaibas (Euphorbia antropurpurea) y Vinagreras (Rumex lunaria). Al llegar a la carretera general de sur, cruzaremos ésta y seguiremos por el evidente camino real que sigue en acusado descenso, encontrándonos en algunos lugares unos bancos de piedra hechos a modo de descansaderos. El sendero se convierte de repente en pista asfaltada que comienza junto a unas casas y que bordeada de un muro de piedra, sigue unos 800 metros por Llano Grande, hasta llegar a una desviación a la derecha que es un pequeño tramo empedrado y que nos lleva, después de unos 600 metros, a cruzar el Barranco de Fregenal, donde encontraremos de nuevo un pequeño trayecto empedrado al salir de él. Ya sólo nos queda desembocar en la carretera TF-61 que viene desde el Puertito de Güimar y una vez ahí tomar la Calle La Laguna que confluye con la Calle San Pedro Abajo, ésta última nos llevará en sentido ascendente hasta la Iglesia de San Pedro en la Plaza de San Pedro, dando así fin al recorrido. Cerca podemos visitar el edificio del ayuntamiento, una construcción de 1649 que fue primero convento de los dominicos y luego, en 1838 pasó a ser sede del ayuntamiento hasta la actualidad. Junto a él está la Iglesia de Santo Domingo y la Plaza del Ayuntamiento, formando todo el conjunto un espacio muy pintoresco rodeado del centro administrativo y social de la ciudad. La Iglesia de San Pedro es un edificio del siglo XVIII compuesta de tres naves y cerrada con una gran puerta y contrapuerta de madera de riga, albergando en su interior la imagen del patrón de la ciudad, San Pedro y otra imagen de la Virgen del Socorro, muy venerada en el lugar y llevada en romería cada 7 de septiembre hasta la Playa del Socorro. Asimismo hay varios retablos en las paredes laterales que contienen diversas imágenes de gran belleza, así como el Altar Mayor de plata y varias obras pictóricas de principios del siglo XX. En los alrededores hay muchos comercios, restaurantes, lugares para la cultura, como la céntrica Fonda Medina, y el ocio en Pirámides de Güimar, e incluso lugares de hospedaje de tipo rural Casona Santo Domingo, que hacen de esta ciudad un lugar tranquilo y receptivo con los visitantes.
 

© Texto y fotografías de Francisco Fariña

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