El pasado fin de semana se celebraba una ruta de senderismo a la que se sumaba una veintena de jóvenes de Granadilla para disfrutar de una caminata por la Reserva Natural Especial del Chinyero. La iniciativa, organizada por la Concejalía de Juventud y Fiestas del Ayuntamiento y la colaboración del Grupo de Montañeros de Granadilla, permitió conocer el Chinyero, que se extiende desde los 565 metros a los 1.561 metros de altitud del volcán, y cuya erupción volcánica fue la última en Tenerife, en 1909.
NOTICIA PUBLICADA EN http://www.diariodeavisos.es/ el 27/02/2009
viernes, 27 de febrero de 2009
jueves, 26 de febrero de 2009
DESCENSO BARRANCO DE LOS CARRIZALES
MAS FOTOS
martes, 24 de febrero de 2009
GALERIA DE LOS HUECOS
viernes, 20 de febrero de 2009
CANAL ALTA - LAS MORRAS
FICHA DE LA RUTA
DESCRIPCIÓN
Este itinerario, parte recomendablemente desde la Plaza de San Juan Degollado, ya que es posible desde ese punto, pasar por gran parte de los monumentos históricos señalados en la ficha de la ruta.Ya, en la descripción de la ruta del Barranco de Añavingo describimos el paso por el Lomo de Abarzo hasta encontrarnos la bifurcación para ir hacia Las Morras, donde hay un canal que corta el camino de subida y una piedra de grandes proporciones que nos dará la primera referencia de que estamos en buen camino. El sendero es evidente y está marcado perfectamente entre el pinar, encontrándonos por los alrededores numerosos Brezos (Erica arborea), Jaras (Cistus monspeliensis) y esporádicamente el Mato Risco (Lavandula canariensis). A poca distancia, nos encontraremos con otro canal que atraviesa el camino y que termina, hacia la izquierda, en un registro hidráulico desde donde parte una tubería que atraviesa el Barranco de Las Saletas. Este sitio sirve de natural atalaya hacia el profundo tajo del barranco, compuesto por grandes laderas plagadas de pinos y que se pierde justo debajo del tramo final del grandioso Barranco de las Gambuezas y sobresaliendo y coronando este magnífico paisaje, la cima del Pico del Valle. Hacia el mar se distingue perfectamente la Montaña del Socorro en el Malpaís de Güimar y la parte baja de Arafo, hasta el mar.
El itinerario sigue su curso en fuerte ascenso por un zigzagueante camino, que en muchas ocasiones desaparece debajo del pinocho y entre la vegetación. Solo es visible de vez en cuando guiándonos por restos de lavas cordadas o por la disposición de las Jaras y Brezos, e incluso por algunas piedras en forma de poceta, dispuestas ordenadamente cuando se replantó este lugar en los años cincuenta. El paisaje no tiene desperdicio desde aquí; la Corona Forestal limitando con los terrenos de medianías hacia Candelaria y en primer término las Lajas de Cheque y las laderas colindantes del Barranco de Añavingo atestadas de pinos, descienden hasta las cercanías del pueblo. Este sendero no es usado habitualmente por nadie, esporádicamente puede ser visitado por cazadores o por algún avispado caminante del lugar, pero no es frecuente encontrar ningún tipo de persona. Se debe venir con mas frecuencia para intentar recuperarlo y que quede constancia de que existió, ya se sabe que si los caminos no se pisan, al final desaparecen. Siempre dirección ascendente, el trayecto no tiene pérdida y después de un notable esfuerzo, se llega a lo que parece que fue un paso hacia los altos del Barranco de Añavingo. El recorrido nos propone un descanso en una pequeña zona llana desde donde se divisan las primeras panorámicas de la impresionante mole rocosa de Las Morras. No es recomendable introducirse por el ya que no hay posibilidad de seguir ningún tipo de camino y es peligroso, está invadido por todo tipo de vegetación como Vinagreras (Rumex lunaria), Jaras (Cistus monspeliensis) y Taginastes (Echium giganteum), entre algunos Pinos Canarios (Pinus canariensis) aislados. En lo que parece una curva del imaginario camino nace un pino de forma extraña aplanado y muy ramificado encima de una zona de rocas en forma de columnas prismáticas, mas allá desciende el impresionante Barranco de Añavingo.
miércoles, 18 de febrero de 2009
RUTA DE LOS PEREGRINOS
Caminaremos ahora por el cauce del barranco propiamente dicho con firme pedregoso entre Taginastes (Echium virescens), Malpicas (Carlina xeranthemoides) y Chagorro (Sideritis oroteneriffae), junto a un bosque enorme de Escobones (Chamaecytisus proliferus), para dar paso inmediatamente a un camino agradable y llano entre pinar que se va aproximando a la cara norte de la Montaña de Las Arenas y que bordea la Caldera de Pedro Gil. Al salir del pinar veremos la inmensa montaña de lava al lado del Pico del Valle y el sendero por el que vamos caminando pasa entre ella y el final del pinar, donde llama la atención los grandes ejemplares de pinos que se alzan a nuestro lado.Llegaremos de nuevo a la pista forestal que nos hemos cruzado varias veces y con ella a la cabecera del Barranco de las Saletas que dejaremos a nuestra izquierda y que discurre paralelo a la pista, la cual tendremos que seguir en fuerte descenso por el paisaje agreste y seco que rodea la Montaña de Las Arenas, extensión ésta creada por la erupción, en el año 1705, del volcán que dio origen al cono que tenemos a nuestra derecha y que en su periplo descendente taponó el Barranco de Arafo, el cual como es lógico , desapareció bajo el río de lava. Fue el 2 de febrero de dicho año cuando, después de las erupciones violentas del Volcán Siete Fuentes en Fasnia, comenzó la actividad volcánica junto al Pico del Valle formando lo que es hoy esta bella montaña de lava negra.Las erupciones duraron hasta finales de marzo y bajo su recorrido infernal quedaron sepultados multitud de terrenos cultivados y algunas casas. Los habitantes del lugar se desplazaron a los pueblos aledaños ante el temor de que el municipio quedara destruido, y en la Villa Mariana de Candelaria, la cual alberga la Virgen de Candelaria patrona de Canarias, elegir trasladar dicha imagen a la Ciudad de La Laguna por temor a que se haya afectado por la tragedia. Cuando todo volvió a la normalidad, los vecinos se alejaron del paisaje agreste que había quedado tras la erupción y fueron desplazando su vida cotidiana mas al norte, agrupándose en la pequeña Ermita de San Juan Degollado lo que es hoy la Iglesia bajo la advocación del mismo Santo.Los habitantes del lugar se desplazaron a los pueblos aledaños ante el temor de que el municipio quedara destruido, y en la Villa Mariana de Candelaria, la cual alberga la Virgen de Candelaria patrona de Canarias, elegir trasladar dicha imagen a la Ciudad de La Laguna por temor a que se haya afectado por la tragedia. Cuando todo volvió a la normalidad, los vecinos se alejaron del paisaje agreste que había quedado tras la erupción y fueron desplazando su vida cotidiana mas al norte, agrupándose en la pequeña Ermita de San Juan Degollado lo que es hoy la Iglesia bajo la advocación del mismo Santo.Los habitantes del lugar se desplazaron a los pueblos aledaños ante el temor de que el municipio quedara destruido, y en la Villa Mariana de Candelaria, la cual alberga la Virgen de Candelaria patrona de Canarias, elegir trasladar dicha imagen a la Ciudad de La Laguna por temor a que se haya afectado por la tragedia. Cuando todo volvió a la normalidad, los vecinos se alejaron del paisaje agreste que había quedado tras la erupción y fueron desplazando su vida cotidiana mas al norte, agrupándose en la pequeña Ermita de San Juan Degollado lo que es hoy la Iglesia bajo la advocación del mismo Santo. decidir trasladar dicha imagen a la Ciudad de La Laguna por temor a que fuera afectado por la tragedia.Cuando todo volvió a la normalidad, los vecinos se alejaron del paisaje agreste que había quedado tras la erupción y fueron desplazando su vida cotidiana mas al norte, agrupándose en la pequeña Ermita de San Juan Degollado lo que es hoy la Iglesia bajo la advocación del mismo Santo. decidir trasladar dicha imagen a la Ciudad de La Laguna por temor a que fuera afectado por la tragedia. Cuando todo volvió a la normalidad, los vecinos se alejaron del paisaje agreste que había quedado tras la erupción y fueron desplazando su vida cotidiana mas al norte, agrupándose en la pequeña Ermita de San Juan Degollado lo que es hoy la Iglesia bajo la advocación del mismo Santo.
El sendero sigue descendiendo en zigzag al lado del mismo canal que nos encontramos antes y está tan hundido por la acción de la erosión natural del terreno, que lo bordean unos taludes de más de dos metros de altura, creciendo en ellos multitud de Bejeques (Aeonium urbicum) y Jaras (Cistus monspeliensis). Mas adelante, ya casi saliendo del pinar nos encontraremos unos terrenos labrados donde crecen algunos Castaños; el canal sigue descendiendo junto al camino por nuestra izquierda entre dichos terrenos y el final del monte por un precioso tramo empedrado y dejando a nuestra vista el precioso paisaje agrícola de medianías de El Pinalete y Galván.El sendero gira de pronto a la derecha y desciende vertiginosamente y en zigzag entre grandes ejemplares de Tabaibas (Euphorbia broussonetii), Cerrajas (Sonchus acaulis), y algún pino aislado. Transcurre entre varias canalizaciones y numerosos registros hidráulicos ya que este es lugar de confluencia de los desagües de varias galerías del entorno como la Galería de Las Saletas, en el contiguo Barranco de Las Saletas, la de Los Zarzales y la propia del Risco Azul. Seguimos descendiendo por el camino encontrándonos de nuevos restos de empedrado, hasta desembocar de pronto en una pista de asfalto, debiendo continuar bajando por ella pasando por la zona agrícola denominada El Pinalete;mas adelante y en fuerte pendiente pasaremos por la Cuesta del Tanque y aún mas adelante y siempre cuesta abajo, llegaremos a Los Lavaderos, un espacio público, recientemente restaurado, formado por un conjunto arquitectónico que consta de un pequeño acueducto hecho de cantería y basalto por donde pasa un canal de agua, un espacio donde había un antiguo molino de gofio y una edificación sencilla con tejado a dos aguas que albergan los lavaderos. En fuerte pendiente comienza un pequeño recorrido urbano que pasa por la Esquina de los Carros, espacio pintoresco donde se asienta la Casa de Secundino Delgado, antigua morada del político canario;y siguiendo por la Calle de La Libertad, llegaremos a la Plaza de San Juan Degollado, junto a la cual se erige la Iglesia de San Juan Degollado, edificada a partir de una pequeña ermita construida en 1673 y que alberga en su interior varios retablos neoclásicos , destacando el retablo del Altar Mayor hecho de madera policromada sobre el año 1739. Es de destacar también el Cristo del Valle, imagen de un Cristo crucificado hecho en madera en el siglo XVII; y hecho en la misma epoca, el Cristo Yacente que destaca por su realismo corporal.Hay también varios cuadros importantes como el de San Agustín, del siglo XVIII y el de Las Ánimas, datado en 1801. Un Púlpito de madera del siglo XVIII, la pila bautismal de piedra y numerosos objetos de orfebrería e imágenes religiosas, completan el rico patrimonio de la Iglesia.